Si hay un momento sagrado en Italia, es la hora de la comida. Sentarse a comer es mucho más que tener un plato de pasta delante, es todo un ritual con pequeños detalles que debes saber bien si quieres conocer a fondo la cultura italiana.

La comida italiana dura varias horas y siempre reúne a mucha gente, es la excusa perfecta para hablar y ponerse al día. El primer punto indispensable, es que a la hora de sentarse nunca puede faltar el pan, el agua y el vino.

Y algo que tienes que tener en cuenta es que las pastas y las salsas no se mezclan de cualquier manera. Cada salsa tiene un tipo de pasta específica. Por ejemplo, la salsa alla bolognese se debe servir con pastas consistentes que acompañen bien al ragú como los tagliatelle, y no con la primera que se nos ocurra.

El parmesano es un privilegio no un derecho como se considera fuera de Italia, donde se le añade a cada plato. Nunca se debe añadir a nada que lleve pescado, ni a los spaghetti Frutti di Mare, ni a ningún otro plato de pasta con pescado o por supuesto a ninguna pizza. El mejor truco es que si no te lo traen no lo pidas.

Otro de los grandes sacrilegios es cortar los spaghettis o utilizar la cuchara para enroscar la pasta. Un italiano de verdad nunca lo haría, como mucho se ayudaría del borde del plato.

En cuanto al pan, no debes tomarlo como acompañamiento de un plato de pasta o para ayudarte a comer. Lo que sí debes hacer es mojar el pan en los restos de salsa al terminar la pasta, es decir fare la scarpetta, lo que en España es “hacer un barquito” con el pan. Sin duda este es el mejor tributo que puedes hacerle al chef.

Algo que en Italia no se contempla en los restaurantes es un “menú infantil”, aunque fuera es muy normal encontrar platos especiales para los más pequeños, en el país de la bota los niños comen lo mismo que sus padres desde bien pequeños.

El café merece un punto aparte. Ya hemos hablamos de la importancia que tiene este producto para los italianos, se toma sentado, sin prisa y dependiendo de la hora de una u otra manera. Para ellos tomarse un cappuccino después de las diez de la mañana debería ser ilegal. Por eso, después de comer la mejor opción es un espresso.

Algo que llama la atención, sobre todo a los españoles, es el tema del hielo. Los cubitos de hielo se utilizan en muy contadas ocasiones para ciertas bebidas como cócteles. Los refrescos, por ejemplo, se sirven sin hielo, para ellos si la bebida está fría ¿por qué añadirle hielo? Y es un extra que se cobra aparte.

Ahora que ya sabes las normas para sentarse a la mesa puedes ponerlas a prueba en Just Italia, te aseguramos que no te miraremos raro si quieres el refresco con hielo.