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Tenemos que reconocer que sin la pasta estaríamos perdidos, nos encanta en todas sus versiones y de todas las maneras posibles. Pasta larga, corta, rellena, con tomate, setas, mas sencillas, más elaboradas, cualquier opción nos parece perfecta.
Hoy nos vamos a centrar en la pasta larga y es que fuera del país de la bota si no son spaghetti o tagliatelle muchas personas no saben de qué se está hablando. La receta básica de la pasta es la que se elabora con harina de trigo, huevo y agua. Los fabricantes también pueden añadirle verduras para aportarle nutrientes, colores y sabores extra.
El tipo de pasta por excelencia, es el más conocido y utilizado para recrear las recetas italianas. Son perfectos para acompañar con las salsas tradicionales y también para esas salsas experimentales que se salen del recetario italiano della mamma. Una combinación que siempre funciona es la de los spaghetti con tomate.
Muy parecidos a los spaghetti, tienen una forma rectangular y aplanada. Tradicionalmente se preparan con salsa pesto, ya que la estructura de este tipo de pasta realza el sabor de esta salsa italiana tan característica.
De forma curiosa, este tipo de pasta tiene un agujero en medio que recuerda a las pajitas con las que bebemos los batidos. Esta forma hace que acentúe los sabores de las salsas densas y consistentes que contienen tomate, verduras, guanciale o la mozzarrella.
Es una variedad de pasta delicada, su delgado grosor es el responsable del nombre. Son perfectos para los caldos ligeros o salsas sencillas a base de aceite de oliva, albahaca o incluso tomate fresco. Puede considerarse el tipo de pasta más elegante de Italia.
Estas cintas de pasta suelen encontrarse como pasta fresca y en muchas ocasiones amasadas a mano. Es una de las mejores opciones para las salsas más cremosas, aunque una receta que nunca falla con este tipo de pasta es la que incluye gambas y guindillas.
Más delgado que le fettucce y más popular, se adapta perfectamente a todas las salsas a base de quesos y leche.
Esta pasta es fácil de reconocer ya que recuerda a los antiguos cables de teléfono. A la hora de preparar esta pasta lo mejor es acompañarlo con una salsa con trozos de verdura ya que los ingredientes se adhieren a las curvas de la pasta.
Estas cintas muy anchas, de hasta 3 cm, pueden encontrarse en dos versiones, con el borde liso o con forma aserrada. La mejor opción para tomarlas es hacerlo en sopas o en recetas que incluyan setas.
Esta variedad de pasta plana es la mejor opción para las recetas con ragú. La versión más conocida de este plato son los tagliatelle con salsa boloñesa.
Siguiendo con las cintas nos encontramos con esta variedad más estrecha sin llegar a serlo tanto como los capellini. Es más gordo que los tagliatelle, lo que hace que sean la mejor opción para las salsas de queso azul o los caldos de verduras.
Los tonnarelli o spaghetti alla chitarra es la variedad de pasta al huevo típica de la gastronomía italiana. Reciben ese nombre porque, tradicionalmente, el aparato con el que se cortaban recordaba a la forma de una cítara. Su textura porosa permite que la salsa se adhiera muy fácilmente.
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