Decía el actor napolitano Eduardo De Filippo que: “Ser supersticioso es de ignorantes, pero no serlo trae mala suerte”. Eso ya nos ayuda a hacernos una idea de la relación de los italianos con la suerte.

El día de fin de año no es una excepción y en el país de la bota tienen diferentes costumbres para hacer que el nuevo año sea próspero.

Durante el cenoce di Capodanno, es decir la cena de Nochevieja, no faltan los platos típicos y los clásicos de Navidad como los turrones, el pandoro, el panettone, o el spumante o prosecco para brindar, pero hay un elemento más que no puede faltar en ninguna casa: las lentejas.

Muchas familias dejan esta tradición para el momento de la cuenta atrás para la llegada del año nuevo. Otras, prefieren tomarlas durante la cena como acompañamiento del cotechino.

El cotechino es otro producto típico de la cena de Nochevieja, un tipo de fiambre italiano que se cuece. Recibe este nombre por la cotica o piel del cerdo. Dependiendo del lugar de producción se le denomina de una forma u otra.

La tradición de tomar lentejas el día 31 de diciembre está muy extendida y va asociada a los buenos recuerdos en familia de aquellos que la siguen. Su origen se remonta a la Roma Antigua. Hace siglos, los romanos por estas fechas regalaban un pequeño bolso de cuero lleno de lentejas. Esta, era su forma de desear suerte y riqueza para el año venidero.

El motivo de que fuera esta legumbre viene porque además de que fuera una de las primeras legumbres que se cultivaron para los romanos era un producto muy querido y cocinado. Además, el deseo era que, considerando su forma redonda y aplastada, se convirtieran en muchas monedas a lo largo del año.

Los siglos pasaron y esta costumbre se sigue manteniendo, no porque se crea que las lentejas van a convertirse en monedas, sino como símbolo de buenos deseos para el Año Nuevo.

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Ah, y si vienes estos días a Just Italia, seguro que podemos terminar la cena brindando con prosecco por el Año Nuevo.