La bandera y el himno de un país permanecen en la actualidad como símbolo de una nación. Juegos olímpicos, campeonatos mundiales y cumbres internacionales son testigos de cómo cada pueblo muestra con orgullo estos emblemas. Y es que, precisamente, estas insignias son el resumen perfecto de la historia de cada país. En este post te desvelamos las curiosidades de la bandera y el himno italiano.

Il tricolore

Pensar en el país vecino es dibujar directamente su bandera en tu mente. Una proporción exacta de 2:3 y tres colores característicos que nada tienen que ver con el azar. Según Francesco Dall’Ongaro, famoso poeta del siglo XIX, los colores de la bandera de Italia representan el país de forma visual; no obstante, también hay lecturas que dicen que estos tonos apelan a diversos sentimientos:

• El color verde (Verde Helecho) hace referencia a las llanuras y praderas de Lombardía, región situada en la zona noroccidental del país y donde tiene su origen este emblema. De acuerdo con la parte más emocional, este tono simboliza la esperanza de una Italia unida y libre
• El color blanco (Blanco Brillante) describe la nieve de los Alpes, un distintivo que permanece en la mayoría de los picos de la región durante todo el año. Por otro lado, el blanco también es el color de la paz y de la fe.
• El color rojo (Flama Escarlata) representa la lava de los volcanes que existen en el país, así como la sangre de todos los que lucharon por la unidad del país. En la versión sentimental, esta tonalidad simboliza el amor y la caridad, dos valores que quieren trasmitir los italianos a través de su cultura.

Como decíamos anteriormente, el origen de la bandera se remonta al siglo XVIII en la región de Lombardía. Concretamente a noviembre de 1796, cuando Napoleón entregó un estandarte de 3 colores a un grupo de voluntarios de la Legión Lombarda que decidió unirse al ejército francés.

Varias décadas después, en 1848 nace la bandera tricolor (con los colores actuales), que se convirtió en la enseña italiana gracias al rey Carlos Alberto de Saboya. Ese modelo, al que años después se le sumó una corona real sobre el escudo saboyano, permaneció vigente hasta la caída de la monarquía en 1946.

Aquel año, tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, y después de constituirse la República Italiana, la bandera – tal y como la conocemos ahora – fue adquirida oficialmente como símbolo nacional.

Il Canto degli Italiani

El himno italiano es más cercano en el tiempo. Este cántico nace en 1847, de la mano de Goffredo Mameli, quien le dio el nombre de “Il Canto degli Italiani” (El canto de los italianos). No obstante, actualmente también es popularmente conocido como “Fratelli d’Italia” (Hermanos de Italia), debido a su primer verso.  Una vez finalizado, Mameli se lo envió al profesor Michele Novaro, quien escribió la música para el proyecto.

El contenido de sus letras guarda un significado tan subjetivo que este canto ha sido usado indistintamente por ambos bandos a lo largo de la historia. Durante la dictadura de Mussolini, el himno fue usado por las organizaciones antifascistas en contraposición de la Marcha Real, debido a su contenido nítidamente liberal y republicano. No obstante, también fue bastante recurrente en los círculos fascistas por su carga de patriotismo y unidad nacional. Actualmente, solo se canta la primera estrofa en dos ocasiones, y el estribillo.

Cada emblema, un origen. Cada insignia, un significado. Símbolos muy diferentes que actualmente son seña de una de las culturas más populares de todo el mundo, donde tiene especial mención su gastronomía. Curiosamente, uno de sus pilares culinarios, la pizza margherita, nace en inspiración a los colores de su bandera, a base de 3 ingredientes básicos: tomate, mozzarella y albahaca.

Además en Just Italia hacemos un pequeño homenaje con uno de nuestros platos: los Spaghetti Tricolore. Spaghetti gorditos, acompañados de una rica salsa de tomate, pesto alla genovese, albahaca y perlitas de mozzarella fresca.

¡Ven a Just Italia y saborea cada color del país vecino!